Cine mudo

Charles Chaplin, actor icónico del 
cine mudo 




Suele hablarse de cine mudo, de la época silente o muda, y esto no es del todo exacto aunque es cierto que las proyecciones no podían por sí mismas sino mostrar imágenes en movimiento sin sonido alguno. Pero las proyecciones en las salas iban acompañadas de la música tocada por un pianista o una pequeña orquesta y además comentada por la voz de un explicador, imprescindible figura que hacía posible que multitudes analfabetas o inmigrantes desconocedores del idioma entendieran la película. Además las productoras encargaban partituras originales para sus películas más prestigiosas, con lo que al cine ya sólo le faltaba hablar, pero se tenía ya la concepción de una obra creada entre la imagen y el sonido. El cine mudo, en realidad, mudo del todo, en cierto modo no era. La primera película de cine mudo fue “El jardín de Roundhay”, de Louis Le Prince (1888). Su duración era dos segundos y mostraba a dos personas caminando alrededor del jardín Oakwood Grange.





“El jardín de Roundhay”, de Louis Le Prince (1888)



A fines de la década del 20, el cine alcanzó la madurez. Los expertos sostienen que la calidad del cien bajó cuando se introdujo el cine sonoro, y que le tomó varios años recuperarse. La calidad visual de las películas en los años 20 era muy alta. 
Para complementar la falta de audio, se ideó un sistema de subtítulos agregados, mediante los cuales se añadían los diálogos. Surge entonces el escritor de títulos (como se llamaba en la época) como un profesional de la época muda y tomó una importancia equiparable con la del guionista. Los títulos tomaron importancia, convirtiéndose en elementos gráficos que ofrecían decoraciones de avance sobre la película.



La proyección de las películas mudas estaba acompañada pro música en vivo, por lo general, improvisada por un pianista o ejecutante del órgano. Se comprendió muy temprano la importancia de la ambientación musical.



Los pueblos pequeños tenían un piano para acompañar las proyecciones. Pero las grandes ciudades tenían su órgano, o incluso una orquesta completa, la cual podía ejecutar algunos efectos sonoros.



De los órganos de teatro, el famoso Rudolph Wurlitzer Company, podía simular sonidos de orquesta, entre otros. En ocasions, había un narrador que describía lo que iba ocurriendo.



Los actores mudos solían improvisar sus diálogos. La música de las películas mudas fue compilada en la Música de Photoplay, integrada por el pianista, el ejecutante del órgano, el conductor de orquesta o el estudio, los que enviaban las partituras junto con las películas. Aquí surge la composición de temas especiales para películas.

El cine mudo se convirtió en la principal fuente de empleo de los músicos de esa época, lo que acabó cuando apareció el cine sonoro.

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